Material:
1. Un plato hondo con agua
2. Una vela
3. Un vaso estrecho
4. Colorante (por ejemplo pimentón rojo, yodo, etc.)
Montaje:
1. Llenamos el plato con agua (unos dos cm de profundidad)
2. Añadimos al agua un colorante (opcional)
3. Encendemos la vela y la colocamos dentro del plato de manera que el agua no toque la llama.
4. Colocamos un vaso encima de la vela. Esperamos unos segundos y vemos que la llama se apaga y que entra agua en el vaso.
Explicación:
Al
encender la vela se produce una reacción de combustión: la cera de la
vela reacciona con el oxígeno del aire y produce dióxido de carbono y
vapor de agua. Podemos ver que en el interior del vaso aparecen unas
gotitas de agua. Es el vapor de agua producido en la combustión de la
vela que se condensa en las paredes del recipiente.
En la
reacción se consume un gas, el oxígeno que forma parte del aire, pero se
forman otros dos, el dióxido de carbono y el vapor de agua. El volumen
del gas producido es más pequeño que el volumen de oxígeno que se
consume. El resultado es que en el interior del vaso disminuye la
presión y, por ello, sube el agua hasta que la presión interior es igual
a la exterior (presión atmosférica)
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